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julio 27, 2021Apasionado por la montaña y por el deporte desde chico, el hernandense Jonathan Stobbia emprendió una nueva aventura logrando llegar a la cima del Cerro Denali en Alaska. Conversamos con él sobre la experiencia vivida y con Rafa Jaime primer mexicano no vidente en llegar hacer cima.
“Es la cuarta cumbre realizada dentro del circuito que estamos apuntando que es el circuito de las siete cumbres. Tuve la suerte de hacer cumbre en el Aconcagua que es el más alto de América, en el Monte Elbrús que es el más alto del continente europeo y el Kilimanjaro que es el más alto del continente africado. Y ahora se dio lo de Denali”, dijo.
Tras dos años luchando contra una arritmia cardíaca donde los profesionales de la salud no le daban esperanzas de poder volver a realizar este tipo de actividades, Jonathan venció dicha patología y eso le permitió seguir adelante. “Fue un momento duro pero el médico decía que no y yo por dentro decía que algún día iba a estar en la cumbre del Everest. Tuve muchos exámenes médicos, distintos lugares y distintas clínicas hasta que llegó el alta pero uno paralelamente estaba pensando siempre en volver al deporte, al montañismo, al running y al King boxing”, agregó.
De siete solamente cuatro hicieron cumbre y llegaron a estar a 6194 metros a nivel del mar, considerado la cumbre más fría del mundo. Por cuestiones climáticas – indicó- tuvieron que esperar en un campamiento 7 u 8 días a que mejore el tiempo, eso demoró la expedición e hizo que el grupo se disociara.
PRIMER MEXICANO NO VIDENTE QUE LLEGA A LA CIMA DEL DENALI: un total de siete personas se reunieron con un mismo objetivo, entre ellos Rafael Jaime, oriundo de México y no vidente que compartió la experiencia con Joni. Con el también dialogamos. “Tengo la limitante visual sin embargo la parte resaltante para mí es la parte física. En las cuestiones técnicas quizás yo no podía aportar tanto quizás como mis compañeros, sin embargo en el tema físico yo trataba de apoyar y cargar peso. Entonces al final del día creo que el éxito en un equipo se da en saber compaginar las cualidades de cada uno”, expresó.
Además definió a esta cumbre como ‘muy especial’ por muchas circunstancias. “Por el grupo, porque a tirones pudimos ir paso a paso recorriendo la montaña con las adversidades que nos iban atravesando en todos los sentidos y tuvimos que aguantar un poco más de lo esperado, pero al mismo tiempo nos dejamos envolver por la maravillosidad de la montaña y esa ferocidad que tiene. Creo que es una experiencia invaluable para mí porque subes siendo uno y bajas siendo alguien totalmente diferente”, mencionó.
En Denali no cuentan con abastecimiento alguno, tampoco provisiones. Desde el momento en que la avioneta aterriza en el glaciar todos deben cargar con su propio peso y ser autosuficientes para los días que dure la expedición. Tanto Rafael como Joni tenían pensando hacer cumbre días antes pero las variaciones climáticas los retrasaron y debieron estar 24 días allí.
Por último, ambos coinciden en que el momento en que llegaron a la cima fue ‘un logro muy emotivo’ y con lágrimas en los ojos se fundieron en un abrazo.