En unas elecciones marcadas por la lentitud en el recuento y la baja participación, el oficialismo de “Jujuy Crece” logró sostener su hegemonía en la Legislatura. Los libertarios de Ballesty hicieron una elección histórica y desplazaron al peronismo a un tercer lugar sin peso político.

El radicalismo jujeño celebró este domingo una victoria clave para su continuidad al frente de la provincia: el frente oficialista Jujuy Crece, liderado por el gobernador Carlos Sadir, logró superar el 38% de los votos en las elecciones legislativas, manteniendo así el control de la Legislatura unicameral. Aunque el escrutinio provisorio se prolongó hasta la madrugada del lunes, los resultados confirmaron que La Libertad Avanza, encabezada por Kevin Ballesty, se convirtió en la principal fuerza opositora, al obtener casi el 21% de los votos.

Con este resultado, el oficialismo consiguió los escaños necesarios para continuar legislando sin alianzas externas, mientras que los libertarios colocarán por primera vez ocho diputados provinciales en la cámara. En cambio, el Frente Justicialista, debilitado y fragmentado, apenas alcanzó el 11%, y el Frente de Izquierda quedó debajo del 9%. Ambos espacios fueron relegados al tercer y cuarto lugar respectivamente, lo que ratifica su pérdida de peso en el escenario político jujeño.

La UCR arriesgaba 18 de las 31 bancas que posee dentro de una Legislatura de 48 miembros. Con la cantidad de votos obtenida, habría logrado el piso para retener al menos 12 de esas bancas, lo que le garantiza seguir gobernando con mayoría propia. No obstante, el radicalismo recibió un llamado de atención en la capital provincial, San Salvador de Jujuy, donde el candidato a concejal libertario Gustavo Martínez duplicó en votos al postulante del oficialismo, Jorge Ramiro Tejeda.

Desde el bunker oficialista, Sadir se mostró satisfecho con el respaldo y destacó la continuidad de un “modelo de administración responsable y con sentido social”. El radicalismo nacional, representado por Martín Lousteau, felicitó a Sadir y a Adriano Morone, referente de la Juventud Radical que logró su reelección legislativa.

Por su parte, Ballesty celebró la consolidación de su fuerza política: “En menos de un año nos convertimos en la primera oposición real en Jujuy, con presencia en la Legislatura y en concejos deliberantes”, subrayó el libertario.

La elección se desarrolló con una participación estimada del 65% del padrón y sin incidentes graves, aunque circularon versiones sobre destrucción de boletas, sin denuncias formales. En el peronismo, el impacto de la intervención partidaria y la división interna fue letal. La lista impulsada por el kirchnerismo no logró levantar y otras alternativas, como la de la senadora Carolina Moisés, tampoco capitalizaron votos significativos.

Mientras tanto, Mauricio Macri intentó asociarse al triunfo radical desde redes sociales, felicitando a Sadir y afirmando que “el cambio se profundiza en todo el país”. El gesto no fue bien recibido en los círculos libertarios, que consideran que la nueva oposición en Jujuy tiene otra identidad.

Con este resultado, el radicalismo se mantiene firme en su bastión del norte argentino, mientras los libertarios ganan terreno con vistas al tablero nacional. El peronismo, en cambio, parece enfrentar una de sus crisis más profundas en la provincia.