Un relevamiento de la Federación de Bomberos Voluntarios de la Provincia de Córdoba advirtió que la superficie arrasada por el fuego en territorio cordobés en el primer semestre del año equivale a 10.714 canchas de fútbol.

Se trata de 7.645 hectáreas afectadas, que representan una devastadora situación para el medio ambiente y la economía regional.

En el informe, se señala que cada cuartel perteneciente a Federación reveló en las 12 regionales la afectación de los incendios forestales y las consecuentes pérdidas de inversión de los productores en el período que abarca desde el 1 de enero al 30 de junio de este año.

Por lo que apuntaron a que la regional 4 fue la más afectada. Es allí donde se encuentran los cuarteles de las localidades de Carrilobo, Malvinas Argentinas, Las Junturas, Villa del Rosario, Luque, Monte Cristo, Río Primero, La Puerta, Los Chañaritos, Sacanta, Las Varillas, Saturnino María Laspiur, El Fortín, Alicia, Pozo del Molle, La Playosa y Matorrales. En total el fuego quemó 2.607 hectáreas de esa zona, de las cuales 1.271 son destinadas a la producción agrícola y 1.226 has a la ganadería.

Esa área de la provincia es seguida por la Regional 3, donde fueron afectadas 1.256 hectáreas, en su mayoría utilizadas para la agricultura. Esta es la zona comprendida por las localidades de Adelia María, Buchardo, Coronel Moldes, Del Campillo, Huanchilla, Huinca Renanco, Jovita, Laboulaye, General Levalle, Vicuña Mackenna, Mattaldi, Melo, San Basilio, Serrano, Villa Huidobro y Villa Valeria.

En tercer orden se ubica la Regional 1, donde los incendios forestales afectaron a 1.052 hectáreas. Allí, lo que más se quemó es monte autóctono, unas 410 hectáreas. Esa regional abarca a las localidades de Altos de Chipión, Arroyito, Balnearia, Brinkmann, Colonia Marina, Colonia San Bartolomé, Colonia Valtelina, Devoto, El Tío, Freyre, La Francia, La Paquita, La Para, La Tordilla, Marull, Miramar, Morteros, Porteña, San Francisco y Tránsito, informó ayer el diario Perfil Córdoba.

Por otro lado, se comunicó que los tres incendios de mayores superficies se dieron en áreas de llanura, donde las principales coberturas afectadas fueron las de pasturas naturales manejadas y de cultivos extensivos. El primero fue el 14 de junio en las inmediaciones de La Reserva Natural de La Defensa La Calera, que abarcó 318 hectáreas. El segundo evento de mayor alcance se desarrolló el 28 de abril, próximo a la localidad de Inriville en el departamento Marcos Juárez, abarcando un total de 236 hectáreas. Y el tercero tuvo lugar el 18 de abril, en un sector agrícola próximo a la localidad de Miramar de Ansenuza en el departamento San Justo, donde se vieron afectadas 192 hectáreas.

En términos económicos, el relevamiento incluyó los costos de inversión por hectárea que se pierde ante un incendio forestal. Un productor agropecuario que cultiva maíz perdió $ 246.271 por hectárea quemada. En ese costo se incluye semillas, alquiler, costo de laboreo, mano de obra, agroquímicos y fertilizantes. Siguiendo el mismo cálculo, un productor de soja perdió $ 183.490 por hectárea; el de trigo unos $ 193.720; el de sorgo, $ 151.010; y el de girasol $ 193.550.