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julio 25, 2023Los imputados por homicidio calificado dieron versiones diferentes de lo ocurrido el 21 de diciembre de 2021, cuando Emiliano Messa, de apenas 2 años, recibió golpes que le causaron su muerte. La médica que lo asistió fue contundente: tenía claros signos de maltrato infantil crónico.
Se llevó a cabo ayer en la Cámara del Crimen de Villa María la primera audiencia por el homicidio calificado por el vínculo de Emiliano Messa, delito por el que están acusados su madre, Ana Yael Piedra (29) y la expareja de ella, Jonathan Marcelo Fernández (27).
En la audiencia, ambos decidieron declarar.
La versión del acusado
El primero en dar su versión de los hechos fue Fernández, quien contó que convivió con la madre de Emiliano durante dos meses, después de estar un mes de novios.
Expresó que ese día, 21 de diciembre de 2021, Ana Yael Piedra fue en la moto con el pequeño a buscarlo a su trabajo en una obra en construcción. Llegaron a la casa ubicada en la calle Colombia 924, del barrio Roque Sáenz Peña y empezó a almorzar. “Lo notaba distinto a Titi”, dijo, en referencia a Emiliano. “Como más apagado”, agregó.
Relató que la mamá se fue a su empleo y él quedó al cuidado del niño, que a esa hora jugaba con bombuchas llenas de agua en el baño. “Tocaron el timbre y como él no quería salir del baño, fui a atender la puerta. Era un hombre al que le habíamos comprado un regalo. Recibí el regalo, le pagué y cuando entro, escucho el ruido de un golpe fuerte”, dijo.
Asegura que fue rápido al baño y allí vio a Emiliano tendido en el suelo, entre los sanitarios, boca arriba y con la cabeza mirando a la izquierda.
“Me abataté”, dijo, al ser consultado sobre las primeras reacciones. Dijo que llamó a su pareja y al servicio de emergencias.
Finalmente, aseguró que la mentira que urdieron en el Hospital, donde Ana Yael Piedra dijo que ella estaba con el pequeño cuando se cayó en el baño, la inventó “porque le tenía mucho miedo a Messa”, dijo, en referencia al papá de Emiliano y exesposo de la mujer.
Agregó que “jamás” le pegó al niño, pero sí vio a su pareja zamarrearlo o darle cachetadas.
La versión de la acusada
Ana Yael Piedra también decidió dar su versión de los hechos. Relató el mismo panorama al principio, indicando que dejó a su hijo al cuidado de Fernández y se fue al supermercado a trabajar (no recordaba el nombre del comercio). Dijo que a Emiliano se le había caído el teléfono celular y por eso ella no tenía comunicación, pero que recibió, a través del teléfono de una compañera de trabajo, el mensaje de que Emiliano había tenido un accidente. Esa misma compañera le dijo a Jonathan que llamara al servicio médico e inmediatamente la llevó hasta su casa. Llegó junto con la ambulancia y se fue hacia el Pasteur con Fernández y el pequeño que agonizaba.
“Cuando vi a mi hijo en pañales, acostado, me desmayé”, contó ante el jurado popular la acusada.
Cuestionó al papá de Emiliano, -el querellante en la causa, José Luis Messa-, porque le decía “mala madre”. Por eso decidió mentir, dijo, para no darle fundamentos al papá de Emiliano para pedir la custodia del niño. Así fue que le contó a los médicos que ella estaba en el baño con Emiliano y que fue a buscar una toalla que estaba colgada del lado de afuera. En ese instante, expresó, el niño se cayó.
Al hablar de su historia personal, dijo que fue víctima de violencia por parte de su propia madre “que después de separarse de mi papá, me despreciaba porque era parecida a él”.
También acusó a Messa: “Yo iba al Polo de la Mujer a buscar la leche y me vieron mal. Les conté que mi marido me pegaba y me dijeron que haga la denuncia”, dijo. La hizo y efectivamente, tuvieron seis meses de prohibición de acercamiento, tras lo cual, volvieron a estar juntos. “También me pegó cuando estaba embarazada”, agregó.
Agregó que también sufrió violencia de parte de Fernández, su última pareja y coacusado en la causa. “Me gritaba, tenía que hacer siempre como él quería”, expresó.
Al responder preguntas, dijo que Fernández también zamarreaba a su hijo, pero que ella lo frenó: “Yo no me meto con tu hijo y vos no lo hacés con el mío”, cuenta que le dijo.
“Aún ahora le tengo miedo a Fernández, no quiero más golpes en mi vida”.
Sin embargo, le recordaron que en la declaración ante el fiscal de Instrucción, había señalado que su entonces pareja, “nunca” le había pegado a ella ni al niño.
Sobre los moretones del pequeño Emiliano, dijo que ella misma lo vio después que se fue un fin de semana largo con el padre. “Se lo mostré a la abogada”, que en ese momento estaba tramitando el divorcio, señaló.
Llamó la atención cuando le preguntaron por Emiliano: “Es muy dulce, es mi príncipe. Un chico alegre, activo, muy compañero, come conmigo”. Dijo “come”, con el verbo en presente. Un presente que ya no es posible.
El querellante
Después de la declaración de los acusados, llegó el turno de la recepción de los testimonios. El primero en ser escuchado en la sala fue el querellante, José Luis Messa, padre de Emiliano.
Pidió hablar sin la presencia de los acusados, quienes fueron retirados de la sala mientras él habló ante el tribunal y los jurados populares.
Contó que conoció a Ana Yael Piedra en el año 2014, que en 2015 se casaron y que en agosto de 2021 se separaron definitivamente.
“Cuando vi que se juntó con Fernández, decidí ir a hablar con la doctora Carla (De Falco), para ver si podía estar más días con mi hijo, porque no me gustaba mucho ese ambiente”, dijo.
Como el acuerdo de visitas era un fin de semana cada quince días, el 9 de diciembre fue a buscar a Emiliano a la casa de su madre y lo llevó de regreso el 12 del mismo mes. “Fue la última vez que lo vi”.
Recuerda que ese día, el niño lloraba y que no quería entrar a la casa de la madre. “Ella tenía un carácter fuerte. Si desordenaba los juguetes, se enojaba; si lloraba, le molestaba”, expresó. “Pero nunca pensé que le iba a hacer esto”, agregó.
El 21 de diciembre recibió un llamado del padre de Ana informándole del “accidente” y fue inmediatamente al Pasteur. “Lo vi tan flaco, parecía otro chico”, dijo, al recordar la impresión que tuvo cuando ingresó a la terapia.
Cuando Emiliano fue trasladado a Córdoba “pedí hablar a solas con el médico, porque ella seguía diciendo lo del accidente. Así que le pregunté al doctor si podía ser mentira, y me contestó que estaban investigando”.
Aseguró que jamás le pegó a su mujer ni a su hijo, reconoció que tuvo una denuncia por violencia y una orden de restricción, pero siempre habló de “discusión”.
Finalmente, dijo que “jamás le vio los moretones” que la madre dijo que se hizo durante el último fin de semana con el padre.
El informe médico
La jornada cargada de subjetividad, con la mirada y las versiones de los protagonistas de un hecho que terminó con la muerte de un niño, se cerró con la voz de quienes aportaron un informe médico, basado en datos objetivos sobre el estado de Emiliano cuando llegó al Pasteur aquella tarde del 21 de diciembre.
Natalia Ceballos, la médica pediatra que atendió al niño, dijo que los golpes que impactaron en la cabeza fueron en el sector frontal derecho y en la zona occipital. “Es claro que en una caída uno no se puede golpear al mismo tiempo la parte de adelante y la de atrás de la cabeza”, dijo la profesional.
“Otra cosa que me llamó la atención fue la actitud de la madre. En general, todas las madres te piden que hagas todo lo posible, lloran y te exigen que salves a su hijo. Esta madre no, estaba como relajada. Ni siquiera cuando le dijimos que su hijo podía morir derramó una lágrima”, agregó la profesional.
Señaló que cuando habló con Piedra, ella ratificaba todo el tiempo que nadie había golpeado a su hijo. “Fue un accidente y los accidentes pasan”, le señaló la ahora acusada. “Tal vez también se golpeó en el bidet”, le agregaba Fernández.
También advirtieron que tenía moretones ya evolucionados en el rostro, a lo que la mamá le argumentó que se había golpeado en la guardería.
Dijo que por la gravedad del estado clínico del pequeño debieron intubarlo y luego, derivarlo al Hospital de Niños de Córdoba, donde murió el 23 de diciembre de 2021. “Hay un signo inequívoco de maltrato infantil crónico, que es cuando se les hace un fondo de ojo y se puede observar la hemorragia en los vasos de la retina. Allí hay pequeños conductos que al sacudir a un niño, se rompen, causando lesiones graves, hasta la ceguera”.
“Me cuesta entender, como médica y como madre, que alguien sacuda tan fuerte a un niño que le rompa los vasos de la retina”, concluyó.
En el mismo sentido, se expresó Víctor Hugo Carabajal, médico neonatólogo y pediatra venezolano, que ese día, tuvo su primera guardia pediátrica en el Pasteur. “Emiliano ingresó en condiciones muy delicadas, con dificultad para respirar y con movimientos que denotaban un trauma neurológico”, dijo.
“Lo que decían los familiares no coincidía con el estado clínico del pequeño”, concluyó.
Lo que sigue:
Hoy se reanudará la audiencia a las 9 de la mañana -los acusados quedaron alojados en la Penitenciaría de?Villa María, a fin de evitar demoras como la de ayer- y están citados varios testigos.
Entre ellos, el médico forense Gustavo Rodríguez, como así también Roberto Miguel Molina, Karina Rosana Amicci (paramédica), Noelia Cáceres, Aldana Cáceres y Milagros Lesano, quienes son compañeras de Piedra. A esos testigos se suma Marcela Bodart, madre del acusado, y José Antonio Zanetti.
Está previsto que, si no hay inconvenientes, entre hoy y mañana se recepten todos los testimonios y el jueves se escuchen los alegatos de las partes para que, luego, el jurado popular y los jueces técnicos deliberen y lleguen a una sentencia.
El relato del horror
La secretaria de la Cámara del Crimen, Gabriela Sanz, leyó -después que tomaron el juramento a los integrantes del jurado popular-, los hechos por los que están acusados Jonathan Fernández y Ana Yael Piedra. La descripción señala que entre agosto y diciembre de 2021, en dos domicilios que habitaron junto al pequeño Emiliano, los coimputados ejercieron malos tratos físicos y psicológicos, consistentes en golpes y sacudidas, tales como agarrarlo de los hombros y zamarrearlo.
El texto explica que la imputada, madre del pequeño, consentía esos malos tratos y también le gritaba expresiones como “te voy a moler los huesos”.
Antes de la lesión fatal, Emiliano ya tenía moretones en gran parte del cuerpo. Describen 17 equimosis distribuidas en la cola, en la pierna, la axila, las mejillas, el párpado, la nariz, la frente, el maxilar, el esternón y el cuero cabelludo. Y siguen: el 21 de diciembre de 2021, Ana Yael Piedra, teniendo conocimiento de la violencia que ejercía Jonathan Fernández, dejó a Emiliano a su cuidado. Ahí fue cuando el joven continuó los maltratos físicos, golpeando violentamente la cabeza del niño contra el piso, causándole fractura de cráneo y convulsiones. Tras la muerte, el informe de la autopsia señala que la causa del deceso fue un traumatismo craneoencefálico causado por maltrato infantil. A consecuencia, la pareja quedó acusada de “homicidio calificado por el vínculo”.
Jueces y partes
El Tribunal está integrado por los camaristas Félix Martínez (presidente), Eve Flores y Edith Lezama. El fiscal de Cámara es Francisco Márquez.
Los querellantes que representan a José Luis Messa son los abogados Gonzalo Ferreras y Carla de Falco.
Por su parte, Jonathan Fernández está defendido por la asesora letrada del Tercer Turno, Ivana Castoldi.
La imputada Ana Yael Piedra está representada legalmente por Jorge Bustos.
Al inicio de la audiencia, cada parte presentó su caso ante el jurado popular. Los defensores y el fiscal hicieron especialmente énfasis en solicitarles que “no se dejen llevar” por la opinión pública.
Bustos dijo que su defendida no estuvo en el lugar del hecho cuando fue el homicidio y Castoldi refirió al fatal accidente.
Por su parte, la querella dijo que no buscaban venganza, pero sí “justicia por Emiliano”.
Un GPS para el servicio penitenciario
La primera audiencia del juicio por el homicidio de Emiliano Messa estaba prevista para ayer a las 9. Sin embargo, comenzó al mediodía. El motivo fue que el Servicio Penitenciario debía coordinar el traslado desde Bouwer hacia el Tribunal de Villa María, tuvo una desinteligencia y se dirigió hacia los Tribunales de Río Tercero. Cuando llegaron a esa ciudad les informaron que ese no era el destino de las dos personas que trasladaban y debieron hacer el recorrido desde la cabecera del Departamento Tercero Arriba hacia Villa María, lo que motivó las tres horas de demora. “Esto es responsabilidad absoluta del coordinador del Servicio Penitenciario de Córdoba”, dijo el presidente del Tribunal, Félix Martínez.