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junio 23, 2022Detrás de un local completamente remodelado hay una historia que inicia en Italia y que hasta la actualidad se mantiene viva, continuando un legado. “Hoy nos encontramos en un momento donde queremos agradecer a todos nuestros clientes y amigos de Hernando y de la zona que confían en nosotros, y apostar por Hernando”, son palabras de Fernando Sbodio, actual propietario.
“Este rubro me ha dejado muchas satisfacciones y la suerte de poder conocer a muchas personas, entablar amistades. Yo particularmente cada trabajo que realizo, cada reloj que reparo lo hago como si fuera propio, uno le pone todo el amor y dedicación para hacer lo mejor”, sostuvo.
La familia Sbodio es originaria de Orbassano, ciudad italiana que se encuentra ubicada en cercanía a Torino. Allí existe la relojería “Sbodio” desde el año 1884. “Creo que por circunstancias de la primera guerra mi abuelo (Lorenzo), con 32 años, y mi abuela (Luisa), con 29 años, en ese momento con tres hijos deciden venir para la Argentina. Parten desde el puerto de Génova y llegan al puerto de Buenos Aires el 23 de Octubre de 1922. Llegaron aquí por unos vecinos de Orbassano que vinieron a Hernando, es un poco gracias a ellos que deciden viajar y venir a escribir su historia”, recordó.
Su abuelo, apasionado por su profesión de relojero, instaló un taller de reparaciones de relojes y joyas en la locación donde actualmente funciona la peluquería de Viviana Haedo (sobre calle 12 de Octubre). Pero lamentablemente en 1927 fallece y llega al país Victorio (hermano de Lorenzo) para abrir su propio surco y elaborar cada espacio de su vida tratando de programarla con sus precarios recursos.
Él mismo empieza a enseñarle a su sobrino Nello, padre de Fernando, el oficio. Y fue allí donde se instalaron en el local que aún sigue vigente sobre Av. San Martín, incursionando también en la venta.
Dentro del local se puede visualizar un torno fabricado por su abuelo en Italia con bronce, acero y madera. El mismo fue utilizado por el padre de Fernando y se fabricó porque los relojes que se utilizaban para ese momento eran relojes de bolsillo y tenían una pieza muy frágil que se denominaba el “eje de volante”, pieza principal para el funcionamiento del reloj. “Al romperse esa pieza por algún golpe no había manera de reemplazarla, no venía como repuesto, entonces era común que cada relojero se fabricara este torno en el cual tomando una aguja de coser, la destemplaban poniéndola al rojo vivo y después enfriándola con cenizas o guadal, se ubicara en el lugar (muestra en el video) y haciendo girar la rueda podías ir trabajándola en diferentes piezas. Lograban así el repuesto que necesitaban para que el reloj volviera a funcionar”, explicó.
Por otra parte contó la historia de la creación del reloj que adorna la fachada del comercio desde 1957. “Cuando mi padre remodela este local (en ese año), donde comienza con nueva actividad como venta de armas, joyas y relojes, siempre tenía muy presente que su abuelo había fabricado un reloj en la torre de la iglesia del Basano, textualmente está funcionando. Entonces decide fabricar un reloj a cuerda en la entrada del local que, además de funcionar y poder dar la hora a las personas que pasaban por la vereda, tenía un sistema de sonería que se escuchaba en toda la ciudad. En su momento era una campanada que tocaba cada 15 minutos y así funcionó durante varios años donde vecinos de Hernando estaban contentos y otros no tanto porque tocaba las 24 horas, hasta que un día decide desconectarlo funcionando solamente como reloj común (sin sonería)”.
Luego, en 2005 Fernando propone que el reloj vuelva a hacer sonar campanadas pero para no preocupar a los vecinos decidió buscar otra alternativa. Fue así que con la ayuda de Gabriel Bruna y Claudio Fulcheri generaron un sistema de sonería moderno programando que el reloj de solamente la hora exacta de lunes a sábado de 8 a 12 horas y de 16 a 20 horas, mientras que el domingo marca las 12 del mediodía únicamente. “De esa manera mantenemos la tradición de un principio”, agregó.
Además de crear dicho reloj, en la torre principal de la Parroquia San José se encuentra un reloj que fue inaugurado para el centenario de la ciudad y tiene en parte el sello de Sbodio. Al respecto dijo que “en su momento, el Intendente de turno (Jorge Yamul) me consulta para hacer un reloj floral en la plaza. Sabiendo de los inconvenientes que han tenido estos relojes al estar muy accesibles a la gente, le tocan las agujas, se me ocurrió proponerle colocar un reloj en la torre de la iglesia. Un poco fue por un sueño que mi padre había comentado, entonces a él le gustó la idea y fue así. En ese entonces la gente de Jesús María que se dedica a fabricar y colocar relojes monumentales vino y lo instaló. Es una máquina electrónica que funciona con un GPS que corrige la hora”.
Por último se refirió al pasado inspirador, el presente desafiante y el futuro esperanzador que se conjugan en esta historia pincelada de mucho esfuerzo y pasión. “Mi abuelo con toda la incertidumbre partió en su momento, venir a una tierra tan lejana, el desapego de toda la familia que no pudo volver a ver. Partió de un país en crisis después de la primera guerra por eso creo que venían con un futuro esperanzador a escribir su historia. En honor al esfuerzo de mis abuelos, de mis padres, y de mi hermano no podía dejar pasar este momento y apostar por más para seguir adelante por el bienestar de la familia y por el bienestar de la ciudad también”.
“Yo soy la cara visible pero tengo el apoyo incondicional principalmente de mi madre que es un ejemplo a seguir, una luchadora, una persona muy optimista. Y por supuesto el apoyo de mi señora, de mis hijos, mis sobrinos, mi cuñada. Somos todos una familia que estamos muy unidos y apostando a Hernando”, concluyó.
VIDEO: Fernando Sbodio (parte 1)
VIDEO: Fernando Sbodio (parte 2)