Daniel Abrate es Profesor de Música con residencia actualmente en Villa María. Se crió en nuestra ciudad con Marta y Pedro Abrate quienes lo adoptaron a pocos días de nacer pero siempre supo que sus orígenes estaban en otro lugar. Hablamos con él sobre su historia.

“Allá por el 2018 comienzo un poco de cero mi vida. Gracias a Abuelas de Plaza de Mayo y a la CONADI se me dio la oportunidad de indagar un poquito acerca de mis orígenes ya que soy hijo adoptivo”, comenzó.

Su búsqueda dio inicio en 2014 cuando aparecieron varios nietos desaparecidos durante la dictadura militar.”Unos amigos me dijeron de buscar porque yo nazco en el año 77 y me lograron convencer, aunque en mi casa ese tema era tabú yo lo inicié por mi cuenta sin esperar resultados positivos en ese momento. Recién tuve noticias en el 2018, fue justo el año del fallecimiento de mi mamá Marta, el mismo día con una diferencia de 15 minutos. Me llega un mensaje de la CONADI que tenían mi expediente y me tenía que acercar a Córdoba en ese momento para entregarme toda esa data y hacer contacto con los que supuestamente estaban vivos de mi familia, fue toda una travesía en ese momento hasta Octubre que conozco a mis hermanas”, relató.

La familia biológica se encuentra residiendo en San Juan y está compuesta por sus papás (Nina y Jorge Funes aún en vida), y tres hermanas (Cecilia, Patricia y Verónica).

La reacción de Nina y Jorge al ver a Daniel fue emotiva ya que –como indicó el entrevistado- ellos pidieron perdón por la decisión tomada tras su nacimiento. “Nos fundimos en un abrazo y no había nada por reprochar, simplemente agradecerles por la oportunidad que me dieron de seguir viviendo y poder hacer una vida en Hernando con una familia, formarme. Tanto con mis hermanas como con mis padres era como verse uno mismo al espejo sinceramente”, sostuvo.

El próximo encuentro entre Daniel y su familia Sanjuanina está previsto para este año siempre y cuando el contexto sanitario lo permita. “Fue y es, sigue siendo, una experiencia hermosa saber de dónde vengo y conocer a mi familia de sangre. Se cierra un ciclo y es muy importante para mi vida”, cerró.