A casi veinte años de su último disco solista, lanza IEA, su cuarto álbum propio. El disco contiene ocho temas de su autoría que reflejan su costado más íntimo, profundo y comprometido. Tocó con Fito, Julieta Venegas, Nacha Guevara, entro otros. Hablamos con ella.

“Es una reflexión acerca de lo que pasa con estas preguntas de ¿cómo sigo a esta altura de la vida? Siendo mujer, vieja como digo yo y dedicándome a esto. Eso sumado a que le canto a mis mujeres, a mis tías, a mi mamá, a mi abuela y a otras injusticias. Hay un poco de todo, es súper íntimo el disco, las canciones están muy despojadas”, contó.

La productora de IEA es Natalia Perelman, quien acompaña a la artista desde el inicio de este proyecto y cumple un papel fundamental en el sonido, la estética, la instrumentación despojada (un piano, un cello y un contrabajo) y la desnudez en la voz que caracterizan a este disco.

Cabe destacar que a través del disco nació la idea de publicar el libro de arte diseñado por Estudio ZkyZky. “Yo tenía mucho material fotográfico y tenía mucho registro de fotos en estudio, tenía textos que escribía sobre las canciones. Hace años que hago dramaturgia entonces estoy todo el tiempo escribiendo sobre cómo salió una canción, poesías así que está todo metido acá (en el libro). Se puede comprar a través de mis redes y en una librería que se llama GOULD. Es un recuerdo hermoso el libro”, contó.

Tienda online: https://linktr.ee/gouldlibros – Redes sociales: @lauracecivaz

Por otra parte habló de sus inicios en la música. Comenzó a tocar el piano a los 9 años, de ahí siguió hasta los 18 años. Luego comenzó a estudiar en la facultad donde se encontró con músicos que la invitaban a tocar en sus shows, fue allí donde sin buscarlo comenzó un viaje por escenarios del mundo de la mano de grandes artistas. Entre ellos Nacha Guevara quien la llevó a Italia, Fito Páez quien la llevó de gira con Circo Beat por dos años, Ricardo Arjona en Viña del Mar, Julieta Venegas con quien se fue de gira a Europa con Limón y Sal, entre otros.

“A mí siempre me llamaban personas para tocar con. Después tuve una banda que se llamaba Soul Finders un tiempo. Después formé Divas de Diván con Sandra Baylac y estuvimos como 8 años. Por eso tuve tantos años sin hacer disco solista”, añadió.

Y continuó, “fui muy afortunada que siendo mujer haya ocupado esos espacios, no se ven muchas mujeres arriba del escenario tocando y ahora va cambiando un poco todo eso. Eran momentos bravos para andar circulando pero aprendí muchísimo. Gracias a las giras conocí a todo el mundo”.