El gobernador y el intendente de Córdoba mantienen entre el 65,5 y el 69 por ciento de aprobación en medio de una situación nacional angustiante. Llaryora se impone en intención de voto en capital e interior.
La inflación y la puja entre el Presidente y su vice son dos indicadores que explican el retroceso, según Poliarquía; el descontento social también golpea a los opositores.
Los dirigentes cordobeses tuvieron los mejores resultados en una encuesta. Además, la provincia es la zona del país con mayor rechazo a los representantes del Gobierno Nacional.