Los fiscales Luciani y Mola apelaron la domiciliaria de CFK. En un duro escrito, dijeron que no hay motivos para el beneficio y que recibe un trato desigual.
Los funcionarios judiciales acusaron a la vicepresidenta de ser la jefa de una asociación ilícita y por administración fraudulenta. «La sentencia tiene que ser justa», dijo Luciani.