Los estudiantes del Instituto Sagrado Corazón partieron horas más tarde tras una serie de controles que generaron tensión y acusaciones cruzadas. La empresa de transporte desmiente.

El viaje de egresados de 6° año del Instituto Sagrado Corazón de Oliva estuvo al borde de la suspensión este miércoles, luego de que una cadena de resultados positivos en los controles de alcoholemia a los choferes designados demorara la partida durante varias horas y generara un fuerte clima de preocupación entre las familias.

Todo comenzó por la mañana, cuando los dos conductores enviados inicialmente por la empresa Flecha Bus fueron sometidos al test de alcoholemia por personal de la Municipalidad de Oliva. Ambos arrojaron resultados positivos, según confirmaron. La noticia generó desconcierto y enojo entre madres y padres, que reclamaron garantías para viajar.

Ante la situación, la firma envió otros dos choferes de reemplazo. Sin embargo, al aplicarles el mismo control, también dieron positivo.

Intervención de la jueza de Faltas y dudas sobre el instrumental

Para despejar sospechas sobre un posible error en los equipos utilizados, intervino la Jueza de Faltas local, quien solicitó la presencia de la Policía Caminera. Según relataron a este medio, los agentes acudieron para “contener la situación”, aunque también realizaron verificaciones con su propio equipamiento.

Como prueba de control, se sometió al test al director del colegio —padre de uno de los estudiantes y conocido por no consumir alcohol—, cuyo resultado fue cero.

Horas después, los choferes de reemplazo fueron nuevamente testeados, esta vez con equipos de la Policía Caminera, y los resultados fueron negativos. Según explicaron los padres, el primer registro había sido “apenas por encima de 0”.

Con ese último resultado validado, el contingente finalmente pudo iniciar el viaje hacia Bariloche, tras una larga demora y un operativo desplegado para garantizar la seguridad de los estudiantes.

Versiones contrapuestas

• Flecha Bus negó categóricamente que los choferes estuvieran alcoholizados, y atribuyó los resultados iniciales a un “mal funcionamiento” del alcoholímetro municipal. Aseguró, además, que cinco choferes dieron negativo en los controles de la Policía Caminera.
• La Municipalidad de Oliva, en tanto, defendió el procedimiento, afirmando que las actuaciones se realizaron “conforme a derecho” y siguiendo los protocolos de seguridad vigentes.