La iniciativa impulsada por Gabriela Brouwer de Koning, en colaboración con la familia de Blas Correas, busca llenar vacíos legales, endurecer penas y generar un impacto disuasorio para prevenir prácticas como el gatillo fácil.

Esta ley, que obtuvo dictamen favorable en la Comisión de Legislación Penal, amplía su alcance para sancionar a cualquier funcionario público que manipule escenas del crimen con el fin de encubrir delitos.

«Este proyecto surge de una realidad dolorosa: prácticas sistemáticas dentro de las fuerzas de seguridad que buscan encubrir crímenes para garantizar la impunidad. Con esta ley, no solo penalizamos estas acciones, sino que también buscamos prevenirlas mediante penas más severas y la inclusión en la Ley del Arrepentido», explicó la diputada a Cada Mañana.

El texto plantea sanciones de 4 a 12 años para quienes alteren la escena de un crimen, endureciendo significativamente las penas actuales de 1 a 6 años por encubrimiento. Además, incorpora disposiciones que incentivan a quienes colaboren con la justicia, como ocurrió en el caso de Blas, donde el testimonio de una agente fue crucial para revelar la verdad.

«La familia de Blas, especialmente su madre, Soledad, ha sido una pieza clave en este proceso, demostrando que las leyes deben ser una herramienta no solo punitiva, sino también reparadora para las víctimas», destacó Brouwer de Koning.

La ley también busca equilibrar la balanza al reconocer y proteger a los policías que cumplen correctamente su deber, diferenciándolos de aquellos que «denigran el sistema y la confianza ciudadana», agregó la diputada.

Tras lograr dictamen favorable, el proyecto espera ser tratado en el recinto. Para su aprobación, requiere al menos 129 votos en la Cámara de Diputados, antes de pasar al Senado. «El consenso alcanzado es un gran paso, pero aún queda camino por recorrer para garantizar que esto no vuelva a repetirse», concluyó Brouwer de Koning.

VIDEO: Entrevista Gabriela Brouwer de Koning, Diputada Nacional UCR.