Con goles de Alexis Acosta y Tiziano Pedraza, el equipo albiazul venció 2-0 a Belgrano FC, y se quedó con el título de la LRRF. En Reserva, Atlético Río Tercero se coronó campeón ante Sportivo Belgrano de Almafuerte.

Talleres de Berrotarán volvió a escribir una página dorada en su historia futbolística. Este domingo, en un estadio colmado, el equipo albiazul se impuso 2-0 sobre Belgrano FC en el clásico local y se consagró campeón de la Liga Regional Riotercerense de Fútbol, poniendo fin a una espera de 46 años.

El título se definió tras una serie final muy pareja: en el partido de ida, disputado siete días atrás en cancha de Belgrano FC, habían igualado 0-0.

En la revancha, Talleres golpeó rápido: a los 2 minutos, Alexis Acosta abrió el marcador y encendió la ilusión de la parcialidad albiazul. Cuando se jugaba el tiempo adicionado del primer tiempo, a los 49 minutos, Tiziano Pedraza amplió la diferencia para que el conjunto local se vaya al descanso con una ventaja clave.

Con una férrea línea defensiva y un orden táctico impecable, Talleres administró el resultado en la segunda etapa, neutralizando los intentos de Belgrano y preparando el terreno para el desahogo final.

El estadio lució repleto: se vendieron 4.300 entradas, a las que se sumaron menores e ingresos por protocolo, llevando la cifra a unas 5.000 personas.

Este es el segundo título en la historia del club, que había conseguido el anterior en 1979. Además, el entrenador Marcelo “Pato” Del Río alcanzó su quinta vuelta olímpica, igualando el récord de Juan José Urruti como el técnico más ganador de la LRRF.

VIDEO: Los goles de Talleres (gentileza Pasión Deportiva TV).

ATLÉTICO RÍO TERCERO GRITÓ CAMPEÓN EN RESERVA POR PENALES:

En la previa de la final de Primera, la definición del Torneo en Reserva tuvo también emociones fuertes. Sportivo Belgrano de Almafuerte venció 1-0 a Atlético Río Tercero en la final de vuelta (global 2-2), pero el “Pirata” se impuso 5-4 en la tanda de penales para coronarse campeón.

Atlético, que había finalizado sexto en la etapa clasificatoria, protagonizó una campaña memorable: eliminó en cuartos de final a su clásico rival Sportivo 9 de Julio, dejó en el camino al mejor de la fase regular –Vecinos Unidos– en semifinales, y finalmente dio la vuelta olímpica en Almafuerte.