Nicolás Giraudo, creador de la cuenta «Siempre a Bordo», recientemente llegó de Estados Unidos. Durante su experiencia, reflexionó sobre los beneficios de viajar solo, la magia de Disney, y los contrastes culturales y económicos entre Estados Unidos y otros destinos.

A sus 40 años, el hernandense pudo finalmente cumplir uno de los sueños que mantuvo desde la infancia: visitar los parques de Disney en Orlando, Estados Unidos. «Ir a Disney solo sería buena idea, y la verdad que sí», comentó entusiasmado sobre su viaje. Para Giraudo, la experiencia en Disney fue mucho más que simplemente disfrutar de los juegos; fue un reencuentro con su niño interior, motivado por los recuerdos de ver programas de Disney desde pequeño. “Disney no es solo montaña rusa o simuladores. Es estar caminando en esas callecitas viendo cada detalle de los negocios, la vestimenta, los personajes y los espectáculos finales con fuegos artificiales. Es realmente otro mundo”, comentó Giraudo.

Para el creador de contenido, uno de los aspectos más valiosos de su visita fue descubrir la eficiencia de las filas «single rider», destinadas a los viajeros en solitario, que le permitieron reducir significativamente sus tiempos de espera en las atracciones. “Yo hay juegos en los que me subí dos o tres veces porque no había cola. Realmente vale la pena si viajas solo”, afirmó.

A lo largo de su viaje, Giraudo aprovechó para explorar también otras ciudades importantes de Estados Unidos, como Nueva York y Miami, donde vivió momentos únicos y disfrutó de experiencias culturales inolvidables, como el espectáculo de «El Rey León» en Broadway. «Nunca había visto una obra de teatro de esa calidad. Fue una inversión que realmente valió la pena», comentó con admiración sobre la producción.

Comparando su experiencia en Estados Unidos con otros destinos internacionales, Nicolás explicó que el país norteamericano puede resultar bastante caro para los viajeros, especialmente en temas de alojamiento y atracciones turísticas. “Estuve pagando entre 80 y 90 dólares por noche en Orlando, y en Nueva York, en un hostel de seis camas, pagaba alrededor de 60 o 65 dólares”, detalló. Pese a ello, encontró alternativas para economizar, como cenar en un McDonald’s frente a Times Square por tan solo cinco dólares.

El contraste cultural y arquitectónico de Estados Unidos también fue un tema recurrente en sus reflexiones, destacando los imponentes rascacielos de Nueva York. “Subí a cuatro. Ya no es solo subir a un rascacielos, sino que te venden una experiencia completa, desde el ascensor hasta las vistas panorámicas de la ciudad”, explicó. Además, Nicolás visitó el Memorial del 11-S, una experiencia que calificó como «muy sentida», y recomendó a quienes visiten la ciudad.

Durante su estadía en Nueva York, Giraudo también pudo observar aspectos de la vida cotidiana estadounidense, desde las diferencias sociales hasta la pobreza en las grandes ciudades. Aunque no visitó zonas periféricas por cuestiones de seguridad, observó la presencia de personas en situación de calle en el metro.

Para Nico, la experiencia fue una oportunidad invaluable para reconectar con sus deseos y explorar el mundo con la libertad de un viajero solitario. “Todos los viajes te dejan algo”, expresó. Con esta experiencia, Nicolás Giraudo regresa a Argentina con nuevas perspectivas y un sinfín de recuerdos de sus aventuras en los parques de Disney y las calles de Nueva York, llevando consigo el espíritu de «Siempre a Bordo».

VIDEO: Entrevista Nicolas Giraudo.