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El Concejo Deliberante discutirá un proyecto para crear un registro de perros peligrosos. Se establecerán sanciones para quienes no cumplan y se podrá llegar hasta el decomiso del animal.
Con el objetivo de prevenir los ataques a humanos y cuando aún la sociedad se encuentra sensibilizada por el fatal episodio ocurrido en la ciudad de Córdoba donde una adolescente murió como consecuencia del ataque de dos dogos, el Concejo Deliberante de Río Tercero se apresta a analizar un proyecto que regule la tenencia de perros “potencialmente peligrosos”.
El concejal radical Rafael Prado indicó que se presentará un proyecto de ordenanza que tiene como objetivo “evitar una tragedia” similar a la ocurrida en la capital provincial.
En ese sentido, el edil indicó que se propone la creación de un Registro Municipal de Perros Potencialmente Peligrosos (RMPPP) y se establecerán además las obligaciones de los propietarios de estos animales.
La normativa es similar a la que rige en otras ciudades, aunque Prado destaca como “novedad” que aquí se propondrá que en caso de no cumplir con la ordenanza se podrá llegar hasta el decomiso del animal, según el caso.
En el proyecto se establece también la colocación de un chip electrónico a los perros potencialmente peligrosos, a través del cual se lo podrá identificar. Todos los datos del animal y su propietario estarán cargados en una app.
A los efectos de la aplicación de la futura ordenanza se establece como potencialmente peligrosas a las siguientes razas: pitbull terrier, staffordshire bull terrier, american staffordshire terrier, dogo argentino, fila brasileño, tosa inu, akitainu, doberman, rottwiller, bullmastiff, dogo de burdeos, bull terrier, gran perro japonés, mastín napolitano, presa canario, ovejero alemán, cane corso y aquellos adiestrados para el ataque. También tendrán tal consideración los cruces entre las razas mencionadas o con otras razas obteniendo una tipología similar, cuyas características sean: más de 20 kilogramos de peso, perímetro torácico entre 60 y 80 centímetros, cabeza voluminosa y cuello corto, fuerte musculatura, mandíbula grande y boca profunda y resistencia y carácter marcado.
Los propietarios de estos animales deberán cumplir ciertos requisitos, tales como ser mayor de 18 años; contar con un certificado de aptitud psico-física; otro sobre capacitación en educación de perros; y no haber sido sancionado anteriormente por infracciones graves en materia de tenencia de animales, entre otros.
En el proyecto se hace mención además a las condiciones del lugar en el que estará alojado el animal: paredes, vallas u otros cerramientos con alturas mínimas de dos metros, a prueba de fuerza del perro y de imposible traspaso por el hocico del mismo; puerta o aberturas con altura mínima de dos metros, resistentes y a prueba de cualquier intento de apertura por el perro; y señal de advertencia de perro potencialmente peligroso.
También se hace referencia a las condiciones en las que se podrá pasear a los perros. En ese sentido se indica que la persona deberá ser mayor de 18 años, los animales deberán ser conducidos con una correa y/o pretal de material resistente no superior al metro y medio, y con bozal tipo canasta. Se indica además que el dueño o tenedor responsable no podrá circular con más de dos perros potencialmente peligrosos a la vez.
La normativa prevé sanciones económicas para quienes no cumplan con lo exigido, pudiendo llegar en caso de incumplimiento al retiro del animal.
La aplicación en la que deberán inscribirse estos animales también contará con un apartado para realizar denuncias anónimas sobre casos de propietarios que no cumplan con la normativa.
Discusión:
Desde hace un año se trabaja en la elaboración de una ordenanza integral de zoonosis, sin embargo Prado consideró que en el caso de los perros potencialmente peligrosos “no se puede esperar”.
El edil destacó que para la aplicación de la futura ordenanza, el Estado contará con el apoyo de la Justicia en los casos en los que sus propietarios no cumplan con las exigencias y los animales deban ser retirados del lugar donde se encuentran.
“Es el momento de discutir este tema porque ocurre que son cuestiones álgidas cuando ocurren situaciones como las de Córdoba y luego nos olvidamos. Nos acordamos de estos temas cuando hay una tragedia. Por esa razón creo que hay que aprobar ahora una ordenanza de esta envergadura”, dijo Prado y exigió para su cumplimiento “el compromiso de todos, veterinarios, proteccionistas y sobre todo, el propietario del animal”.
