A pesar de que la fórmula está integrada por dos de sus principales ministros, el Presidente se mantiene al margen, protagoniza reuniones formales y se muestra en gestión. 

En los últimos días, el mandatario protagonizó actividades de agenda internacional y afrontó actos protocolares y reuniones con funcionarios, legisladores y gobernadores. De cara a la gestión, permanece activo y cuenta con el respaldo de los leales que aseguran que «el tiempo reconocerá la gestión de Alberto Fernández».

A poco más de tres semanas para las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y Obligatorias, el clima en Casa Rosada es gélido y desértico. Los ejes centrales que restan resolverse pasan por el Ministerio de Economía, cartera que se encargó de negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que mantiene la atención puesta en los principales problemas económicas a atender. 

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Con sus ministros elegidos para integrar el binomio presidencial divididos entre la gestión y la campaña, Alberto Fernández se centra en cumplir con lo que resta de su mandato con la limitación que le impone la veda para actos y anuncios oficiales. Aún en tensión con la vicepresidenta Cristina Kirchner, el Presidente cree que su mejor acción para fortalecer la campaña -que lee- se da en un contexto difícil es «terminar bien el Gobierno».

Hoy, en un nuevo acto de gestión, el jefe de Estado encabezará junto al secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, el cierre del 45° Consejo Federal Agropecuario, en el Museo del Bicentenario.

El pasado lunes, el Presidente inició la semana a media mañana en sus despachos de Casa Rosada, con reuniones privadas que no fueron informadas, y recién por la tarde cumplió con la única actividad programada para la jornada. En compañía de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, firmó el decreto reglamentario de la Ley de Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos, con el objetivo de fomentar el uso responsable y regular el expendio y el consumo de estos medicamentos. 

A pesar de su distanciamiento, algunos de los funcionarios que lo rodean forman parte de la ingeniería electoral del oficialismo que tiene su primera parada el 13 de agosto con las PASO. Uno de ellos, Juan Manuel Olmos, armador y apoderado del Partido Justicialista, lanzó una definición que explica el rol que adoptó el mandatario.

«Hubo un mecanismo político que estableció el Frente de Todos donde puso el liderazgo político en una persona, Cristina [Kirchner], que no lo dejó de detentar nunca, y la jefatura del Estado en otra, que es Alberto [Fernández]», expresó el vicejefe de Gabinete.

En las últimas horas, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, del círculo rojo del mandatario se mostró en compañía del titular de la Dirección Nacional Electoral (DINE), Marcos Schiavi, ante autoridades de la Cámara Nacional Electoral (CNE) para analizar y articular acciones de cara al inminente inicio del proceso electoral próximo.