Los alegatos están previstos para el 5 de julio, antes de dictar un veredicto. El viudo es el único acusado, sospechado de instigar el crimen de su esposa. Las miradas se encuentran depositadas en el fiscal de Cámara de cara a la instancia decisiva.

Se acerca el final para uno de los casos más relevantes de la Justicia de Córdoba. Marcelo Macarrón, acusado como instigador del crimen de su esposa, Nora Dalmasso, afrontará en las próximas semanas la instancia decisiva.

El 5 de julio es la fecha prevista por la Cámara Primera del Crimen de Río Cuarto para la lectura de los alegatos. Concluidas estas exposiciones de la fiscalía y de la defensa podrá conocerse el veredicto en el proceso iniciado hace más de tres meses.

Fuentes judiciales estiman que el fallo será dictado entre el mismo martes 5 y el jueves 7 de julio, en la semana previa al comienzo del receso de invierno en los tribunales provinciales.

Las miradas están depositadas en el fiscal de Cámara, Julio Rivero. Será el primero en alegar ante el tribunal integrado por jurado popular. Podrá sostener la imputación contra Macarrón como supuesto autor intelectual o modificar la acusación según la valoración que haga de las pruebas presentadas en el proceso.

Pero también tiene la opción de no acusar. En este caso, anularía la posibilidad de que los jueces puedan condenar al único imputado por el asesinato ocurrido en noviembre de 2006.

Macarrón llegó al banquillo sospechado de homicidio calificado por el vínculo, con alevosía, y por precio o promesa remuneratoria. Con esta acusación el fiscal Luis Pizarro elevó la causa a juicio en 2019 y desestimó la teoría de su colega Daniel Miralles, que había sindicado al viudo como posible autor material del crimen registrado en el barrio Villa Golf.

Testimonios descartados

Este miércoles la audiencia continuó con la lectura de testimonios obtenidos en más de 15 años. En las últimas semanas fueron descartadas una serie de declaraciones, como la de Alicia Cid, quien confesó haber mantenido una relación extramatrimonial con Macarrón.

Durante la investigación, Cid definió al médico como un «gringo pijotero». Esta afirmación, entre otros aspectos de la relación que compartían, fueron tomadas por el fiscal Pizarro para pedir que juzguen al viudo.

Posteriormente, la testigo certificó ante la Justicia que padece una enfermedad psiquiátrica. Así demostró que no está en condiciones de asistir a declarar ante el tribunal y su exposición quedó finalmente desechada en el juicio.

Entre los testimonios descartados están los de Rafael Sosa, exjefe de Investigaciones de la Policía de Córdoba, y Sergio Comugnaro, extitular de la Departamental Río Cuarto en el momento del hecho.

El imputado, en reposo

Después de haber sido sometido a una intervención médica cardíaca, Macarrón continúa en reposo y en observación permanente, indicó a ElDoce.tv Cristian Ayan, uno de los abogados defensores.

El viudo volvió a su domicilio en el transcurso de la semana pasada, luego de haber recibido asistencia en un centro médico de Río Cuarto.