Consumir sal tiene sus beneficios y también sus consecuencias o riesgos, siempre dependiendo de la cantidad que se le agregue a cada comida. “Según la Organización Mundial de la Salud lo aconsejado para el adulto son 2 miligramos de sodio por día lo que equivale a una cucharadita de té o de azúcar”, afirmó a Cada Mañana la Nutricionista Marina Brignono.

Entre los tipos de sal se encuentra la común, fina o gruesa, la sal del Himalaya, sal marina, entre otras.

“La sal común que uno usa para la cocina está compuesta por dos minerales, el sodio es uno y el cloruro es otro. De ahí a las sales las podemos clasificar en sales comunes que se componen por 400 mg de sodio por un gramo de sal. Después dentro de la sales no tan refinadas mencionamos también la sal del Himalaya, la sal marina que son sales más gruesas pero con algún ínfimo beneficio de algún otro mineral que puedan aportar pero que, por ejemplo, para pacientes hipertensos no son aconsejadas. Después tenemos la sal light que tienen un 66% menos de sodio respecto a las comunes y tenemos la sal dietética que aporta un 0,03% de sodio”, indicó.

El mayor riesgo –manifestó Marina-  al que nos exponemos si nos excedemos en el consumo de sal es la aparición de hipertensión arterial. Cuando consumimos sodio/sal en exceso los riñones no llegan a depurar ese sodio que da vueltas por el organismo entonces ese sodio aparece elevado en sangre y ahí se manifiesta en la persona la hipertensión arterial. Hoy se conoce que al menos el 40% de las enfermedades cardíacas o eventos cerebro vasculares se deben justamente a estos casos de personas con hipertensión.

La sal en una cierta cantidad es necesaria para cumplir funciones básicas del organismo relacionadas al sistema nervioso y a la parte muscular. Según estudios recientes, limitar al cien por ciento el consumo de sodio puede ser contraproducente sobre todo para eventos cardíacos. Debemos comportarnos en forma neutra, no abusarnos pero también tener cierta conciencia de la cantidad que se consume.

Entre los productos que contienen mayor cantidad de sodio oculto mencionó a los siguientes:

• Embutidos y quesos de consistencia dura.
• Productos de panadería.
• Aderezos como por ejemplo la salsa de soja.
• Caldos y sopas industriales.
• Enlatados (se recomienda hacer un enjuague antes de consumirlos).
• Manteca.

“Es recomendable una adecuada hidratación para lograr una mayor limpieza del sistema renal”, cerró.