Marcelo Uribarren, titular de la Unión Industrial, indicó que las restricciones llegan al 30% del volumen habitual. Cuestionan que no se haya avisado con anticipación. Hay alerta en todo el sistema productivo.

Una decena de industrias de Córdoba padecen recortes de hasta un 30% en el suministro de gas. La medida las tomó por sorpresa. Ecogas las notificó ayer de una «parada técnica» en la cuenca neuquina destinada a la producción hidrocarburífera.

Las restricciones obedecen a tareas de mantenimiento «por razones de fuerza mayor», según la explicación que recibieron las fábricas perjudicadas.

Marcelo Uribarren, presidente de la Unión Industrial de Córdoba (UIC), explicó que las firmas afectadas informaron este martes al departamento de Energía de la entidad. «Nos sorprende el poco tiempo con el que se avisó, no sabemos el tiempo de duración que tendrá y si alcanzará a otras empresas», cuestionó. «En otros momentos comunican hasta con meses de anticipación», aseveró.

El empresario confirmó que además de los recortes en plantas fabriles cordobesas conocen de una situación similar en las provincias de Santa Fe y Buenos Aires. Afirmó que son establecimientos que pertenecen a diferentes rubros.

Preocupación por la energía

A la repentina medida que afectó este martes a las industrias se suma la falta de gasoil y de gas que pone en vilo a todo el sistema productivo.

Uribarren manifestó que no se sabe cuál es la estrategia del Gobierno nacional para afrontar la crisis energética. «Pedimos ser lo más previsores que se pueda y tener información para adoptar una conducta preventiva», reclamó el titular de la UIC.

Esa entidad, junto a las organizaciones del G6, la Mesa de Enlace y la Bolsa de Cereales de Córdoba, compartieron un documento exponiendo la preocupación por el desabastecimiento de combustibles.

«Lo que eran riesgos latentes ya comenzaron a sentirse con todo su peso, resintiendo la producción en distintos puntos de las cadenas primarias y secundarias», aseguró el comunicado de la Mesa de la Producción.

El texto advirtió que las consecuencias ya son observadas en la cosecha de cereales y oleaginosas, y en industrias. «En breve se comenzarán a sentir los efectos en las cadenas de abastecimiento y, por supuesto, en los precios finales de los productos», anticiparon.