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diciembre 9, 2021Se celebra el día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María la cual es conmemorada por los fieles del catolicismo. Además, como la costumbre indica, se realiza el armado del Arbolito de Navidad. Con el fin de realzar la importancia de esta fecha, conversamos con el Padre Ángel Aguirre.

“El 8 de Diciembre es una fiesta por antonomasia, es decir hay muchas fiestas de la Virgen pero esta es la fiesta de la Virgen y es un día muy hermoso que nos va acercando a la Navidad pensando que la Virgen más que nadie supo esperar a Jesús”, expresó.
Cabe destacar que si bien la festividad católica no tiene relación con el armado y decoración del arbolito, se adaptó a la historia religiosa y al nacimiento de Jesucristo: el árbol original emergió como una representación del amor de Dios y su forma triangular se asocia a la Santísima Trinidad.
Por otra parte, tras consultarle si aún el espíritu sigue latente o ha cambiado con el correr del tiempo sostuvo “yo creo que en muchas personas sigue intacta la fe, en decir “bueno, Navidad es Jesús”. Por otra parte hay también un espíritu consumista que deteriora el sentido de las fiestas y a veces eso nos deja un vacío. Más allá de la fe darle un sentido de esperanza, un sentido de nueva oportunidad, un sentido de valores como la paz, la unión de la familia, todas esas cosas algunos lo viven y eso es bueno porque la Navidad abarca esas cosas”.
Recordemos que el próximo Domingo 19 de Diciembre se llevará a cabo en Plaza San Martín la tradicional “Navidad de Todos”. Los preparativos para dicho evento –como manifestó el Padre Ángel- vienen “muy bien” ya que se está preparando el pesebre que estará frente a la Iglesia. “Se va a realizar un acto de todos que un poco es el espíritu de la Navidad. Aquí en Hernando nos unimos para celebrar a Jesús, hacemos fiesta pero está provocada por Jesús”, dijo.
Por último dejó un mensaje de esperanza para toda la sociedad ante estas fechas tan significativas, “tras estos dos años de pandemia, de incertidumbre que ha afectado a tantos no perdamos la esperanza. La esperanza se construye cada día, es un regalo de Dios pero también es una actitud nuestra y esperanza es certeza de que las cosas van a cambiar con la presencia de Dios, con el trabajo personal de construir lazos de unidad, de paz para el alma en la sociedad, en la familia y en cada uno”.