«Se caracteriza por una dificultad en la fluidez lectora y en la precisión de la lectura”, así lo definió la Lic. Carolina Gastaudo, Psicopedagoga, con quien profundizamos sobre el tema.

“No es solamente un diagnóstico clínico sino también hay evidencias a nivel cerebral. Tenemos un área específica en nuestro cerebro que se encuentra en el hemisferio izquierdo y está relacionado con la lectura, entonces en estudios de radio imágenes se puede observar. Para diagnosticar dislexia el niño tiene que estar escolarizado, tiene que haber tenido por lo menos 6 meses de educación formal porque no podemos diagnosticar dislexia en alguien que no haya tenido la oportunidad de aprender a leer”, explicó.

La profesional remarcó la importancia de una detección y el tratamiento precoz. Los niños en esta ocasión suelen tener fallas al recitar el alfabeto y en la conversión grafema – fonema (fonología), por ejemplo el nombre de una letra y el sonido. “Es necesario poder hacer esto para llegar a una lectura fluida, precisa y comprensión, porque si no afecta a la comprensión. Si yo pongo mucho esfuerzo en leer quizás eso hace que no pueda comprender lo que estoy leyendo”, añadió.

Cabe destacar que siguiendo un tratamiento correspondiente puede acceder la persona a una lectura más fluida con el tiempo. Debemos tener en cuenta –como dijo Carolina- que suelen darse diagnósticos erróneos al confundir la dislexia (sujeto no lee y se distrae) con un déficit de atención (conductual), en donde el sujeto se distrae y no lee. La dislexia es a nivel cognitivo.

“También hay que diferenciar dislexia de lector pobre en donde influye el ambiente. Si ese niño creció en un ambiente con bajas posibilidades de estimulación lectora, en la escuela también recibió poca estimulación y poco acompañamiento puede diagnosticarse una dislexia pero es un lector pobre en realidad”, mencionó.

Existen tipos de dislexia:

• Dislexia del desarrollo, en donde los niños tienen fallas en el proceso de adquisición de la lectura.
• Dislexia adquirida, cuando tienen relación con algún problema como por ejemplo un traumatismo craneoencefálico en donde había una lectura pero se pierde.

El tratamiento consiste en trabajar con técnicas específicas de velocidad lectora que tienen que estar estandarizadas para medir y obtener un diagnóstico certero. Generalmente este tratamiento se realiza con un Fonoaudiólogo/a Especialista en Neurolingüística. Si el problema se traslada a nivel conductual se puede concurrir a un Psicólogo o a un Psicopedagogo.