“Es una enfermedad neurodegenerativa del cerebro que no tiene cura y es progresiva, es decir que va afectando a las neuronas y se observa en el paciente con demencia una alteración cognitiva y también conductuales”, explicó la Licenciada en Psicología Araceli Dagatti.

Tras consultarle por los indicios que marcan la aparición de la enfermedad en el paciente, la profesional aclaró que “hay que tener en cuenta los olvidos porque hay olvidos que son benignos, no porque nos olvidemos una cosa en casa vamos a tener una alteración o no porque nos olvidemos del cumpleaños de un amigo vamos a tener una demencia. Es importante consultar cuando los olvidos son más significativos y más frecuentes, o sea me olvidé de algo que me dijeron, no pude retener información o me desorienté temporal y espacialmente”.

La profesional recomendó hacer una valoración neuro psicológica entre los 45 y 50 años de edad si hay antecedentes confirmados de la demencia o aumento del estrés. “En una valoración nosotros tomamos una serie de test que nos va a dar un resultado sobre las capacidades, potencialidades y las deficiencias que puede tener esa persona. De ahí vamos a ver si es leve, es decir si la prevención fue a tiempo o si aparecen lagunas, o anomias. Es importante consultarlo”, agregó.

Una vez obtenidos los resultados de la valoración el paciente debe hacer una consulta con un Neurólogo ya que es necesaria la medicación y estimulación cognitiva.

“Si la enfermedad o la demencia en un principio es leve por lo general el paciente es consciente de lo que le pasa, el paciente y la familia. Hay que contener al paciente, lo importante es hacer ejercicios de estimulación cognitiva, actividad física, socializar, estar y pertenecer a un grupo social, eso es indispensable porque enlentece la demencia. Y al familiar hay que ir orientándolo porque si esta persona va a ir perdiendo habilidades hay que ir organizando al paciente de acuerdo a las fases en las que va pasando”, sostuvo.

Por último indicó que al ser una enfermedad progresiva el paciente va perdiendo la información del aquí y ahora, a  corto plazo, se pierde la información del trabajo y luego se pierde la memoria a largo plazo. “Hay estudios realizados en donde la prevención a tiempo, el tratamiento a tiempo enlentece la demencia. Si bien persisten está confirmado que un buen tratamiento enlentece y eso beneficia al paciente porque mientras más autonomía y más independencia tenga es mejor para la familia y para él”, cerró.