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agosto 11, 2021Nicolás Wolovick, docente de la carrera Licenciatura en Ciencias de la Computación en FAMAF-UNC y miembro del CCAD, planteó que la incorporación de esta supercomputadora permitirá que la ciencia tenga una mejor calidad.
La supercomputadora está alojada en una larga construcción ubicada en lo que antiguamente era el espacio que ocupaba el bosquecito, entre la Facultad de Ciencias de la Información y el Campus Virtual. “Es una caja larga a la cual cariñosamente le llamamos el sarcófago. La construcción internamente tiene muchísima tecnología, realizarla llevó mucha más plata que la supercomputadora. Lamentablemente tuvieron que sacar el bosquecito y ahora ahí esta Serafín. Tuvimos una disputa familiar interesante porque mi pareja disfrutaba mucho el bosquecito mientras cursaba y también ahora que es profe”, dijo Wolovick.
Ya operan en el Centro de Cómputo de Alto Rendimiento de la Universidad las supercomputadoras Mendieta, Eulogia y Mulatona. “Serafín es la nueva incorporación, es una supercomputadora bastante grande en poder de computo. No es tan grande físicamente”.
Serafín fue adquirida a partir de un proyecto presentado, en 2018, en el concurso que realiza la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC. El concurso se denomina PAGE (Programa de Adquisición de Grandes Equipamientos). “Hicimos un gran consorcio liderado por el Doctor Marcelo Mariscal y atrás nos involucramos 100 investigadores e investigadoras, 50 grupos distintos. Ese proyecto se aprobó. Salimos primeros en el concurso y fue financiado en 2019. Cuando nos dieron el dinero, que fueron 381.000 dólares, se llamó a una licitación pública nacional donde hubo grandes ofertas”, expresó. La oferta obtenida por parte de la empresa que les proporcionó los procesadores fue inmejorable. Wolovick añadió que Serafín fue una gran compra ya que, generalmente, solo el valor de los procesadores que la componen es más costoso que lo que pagaron por toda la supercomputadora.
“La empresa que proveyó los procesadores quería poner su pie en el mercado de Córdoba y en el sistema de HPC (Computación de Alto Rendimiento) de AMD en Argentina. Hicieron un ofertón. La compra se terminó de concretar en 2020 y el 4 de febrero llegaron los equipos a Córdoba. Todo esto con la pandemia de por medio, fue bastante complejo hacer todo”, contó.
Típicamente las supercomputadoras se utilizan para la asimilación de dinámica molecular. Destaco que “cuando Serafín se incorpore lo que se va a hacer es prácticamente lo que ya se viene haciendo. Va a posibilitar que la gente compute más tranquila y piense en proyectos en grande. El poder de cómputo que tiene Serafín, triplica todo el poder de cómputo que teníamos antes. Va a permitir que la ciencia tenga una mejor calidad. En la UNC tenemos un déficit de cómputo muy grande. Tenemos tres supercomputadoras funcionando y esas tres supercomputadoras están totalmente saturadas”.
Wolovick manifestó que la supercomputadora se prestará de forma gratuita al servicio del sistema de Ciencia y Técnica. “Simplemente nos contactan a la página web. En uno de los menús dice pedir una cuenta, con eso ya tiene acceso a todas las supercomputadoras que poseemos. Si hay una persona, en Hernando, que este investigando a través del INTA, del CONICET, a través de la Universidad, por ejemplo, de Villa María simplemente tiene que llenar el formulario y pedir la cuenta. Es tan fácil como eso. Si hay una empresa interesada simplemente tiene que contactarse con nosotros. Por suerte estamos haciendo proyectos, por ahora pequeños, pero interesantes, y pensamos que vayan evolucionando para cada vez brindar más servicios a empresas”. En cuanto al supercomputo, Argentina tiene un déficit bastante importante. Al respecto Wolovick agregó que no es casualidad que Argentina sea el único país del G20 que jamás tuvo una computadora en el ranking de las 500 supercomputadoras más potentes del mundo. “Se necesita hablar con la clase política para que entienda que se necesita y mucho de la supercomputación. Es una herramienta fundamental para generar ciencia básica y aplicada. Necesitamos diez veces más”, cerró.