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agosto 19, 2021Felipe Flores se dedica a la artesanía desde hace más de quince años. Debido a los viajes que realizó por Sudamérica llegó a descubrir la pieza fundamental de sus artesanías. Nos recibió en Los Reartes para contarnos y mostrarnos sus obras.
ctualmente es uno de los cinco argentinos que utiliza este material para sus trabajos. “Llegue a ciudad parque viajando con la familia. Viajé mucho por Sudamérica con la artesanía. En ese viaje que emprendí encontré una semilla que se llama tagua y le dicen el marfil vegetal por la dureza y el color que tiene, blanco como el marfil”, contó Flores.
La semilla crece en palmeras ubicadas en los bosques tropicales y húmedos de Ecuador y Bolivia. Flores emprende cada dos o tres años el viaje para conseguirla. Al igual que el marfil, la tagua puede ser pulida y tallada. El artesano explicó que comienza a tallar los diseños en la cáscara con la gubia, una herramienta bastante filosa. “Uso el contraste de la cáscara que es marrón”, agregó.
Internacionalmente, la tagua, es un material muy apreciado que se ha empezado a utilizar para la fabricación de botones de alta costura. “Como el marfil animal está prohibido empezaron a usar esto que es lo más similar al marfil, pero viene del reino vegetal. No hay que matar a ningún animal y hay plantaciones abundantes de tagua”, dijo.
Para concluir añadió que si bien en Ecuador hay muchas generaciones de artesanos que realizan piezas magníficas con la semilla, en Argentina son pocos. “Seremos cuatro o cinco artesanos que la trabajan”, cerró.