Eduardo Blaquier, escultor y uno de los dueños del proyecto, contó de qué se trata el emprendimiento y cómo trabajan artesanalmente cada una de las piezas. “El fuego siempre elige su camino cuando trabaja sobre la madera”, sostuvo.

Selva Negra surge en el año 2018 con el objetivo de realizar obras de arte funcionales. Blaquier explicó que el proyecto de Selva Negra surgió por la idea de combinar la técnica que venía utilizando en sus esculturas y aplicarlas a los muebles, recuperando la madera de árboles muertos, tratándola con fuego y culminando con objetos escultóricos funcionales.

“Empecé con la escultura hace como 15 o 16 años con maderas que encontraba en el sur de la Patagonia. Me obsesioné un poco con lijarlas y pulirlas, aprendí mucho de cómo la erosión las trabajaba y traté de buscar una manera más fácil. Un día encontré un pedazo de madera quemada, la lijé contra la arena y me di cuenta que así tenía que terminar las esculturas y empecé a quemar la madera. Con el tiempo surgió la idea de hacer algo con los incendios. Yo andaba mucho por la Patagonia, la Pampa y había muchos incendios. Me di cuenta que había algo importante qué comunicar o hacer hincapié ahí en los incendios, una realidad que estaba sucediendo. Entonces empecé a hacer esculturas con las maderas de los incendios”, añadió.

En este emprendimiento trabaja junto a Hernán Cibilis, quien tiene trayectoria en el diseño y la moda. “Con Hernán nos criamos juntos. Consideramos que estamos cortados por la misma tijera así que decidimos encarar este proyecto juntos. Es un trabajo muy sacrificado, no cualquiera se lo puede bancar. Estás siempre con carbón, calor, fuego, ni te digo en verano… Con humo. Pero el resultado es tan lindo que vale la pena”, relató.

Las ideas suelen partir de la necesidad de algún cliente, aunque muchas veces nacen antes, cuando Eduardo y Hernán van recorriendo los campos y viendo las formas de los árboles. “Nos inspiran ciertas formas que después podemos ofrecer al cliente. A mí me gusta dibujar mucho y siempre dibujo proyectos futuros”.

En general utilizan diferentes tipos de madera. Blaquier expresó que hay algunas maderas que le gustan más, dependiendo del momento. “Son como las canciones hay momentos que usamos un tipo, pero de repente encontramos otra que nos gusta también. Todas las maderas son distintas pero el quemado las unifica mucho. Hay maderas que no se pueden quemar, las muy blandas. Pero en general casi todas sí”.

Las piezas que más realizan en el taller son mesas, sillones, mesitas, bancas y módulos de arrime para acompañar el living. El taller está ubicado en Del Viso, en la ruta 8 y 26, sin embargo, aclaró que su actividad también está en salir a buscar la madera, cortarla y llevarla al lugar donde la van a esculpir. 

En cuanto al tiempo de producción de las piezas destacó la virtud que tiene al respecto el emprendimiento. “Una virtud que tenemos es que diseñamos un proceso que es relativamente rápido. Si bien depende de la demanda del momento, básicamente si tengo que hacer un pedido en 15 días puedo hacer una mesa”, mencionó.

Actualmente, aunque las piezas que realizan son vendidas en Buenos Aires y en otras provincias como Salta, Córdoba y Entre Ríos, la idea de los emprendedores es clara, quieren exportar sus productos.

Para concluir apuntó que se puede vivir del arte, “cualquier camino de artista es difícil, no tiene el reconocimiento que hay en otros países. Puedo decir que se puede. Fue un camino mucho más largo del que creía. Cuando comencé esto siempre supe que tenía un buen producto, pero nunca supe que iba a ser tan largo el proceso. Nunca fui muy bueno comunicando lo que hacía, fueron años que lo pasé haciéndolo por placer”.