Gabriel Ben Tasgal, es Analista Internacional, habita desde hace 30 años en una ciudad próxima a Jerusalén, capital del estado de Israel. Nos expuso en «Cada Mañana» sobre la situación actual en Afganistán.

“A nivel general es una zona muy inestable, es una zona donde no se vive en democracia  porque para que haya un país con democracia debe tener ciertas características que acá no hay, salvo en Israel. Tenes que tener una revolución industrial un país que cree clase media y también tener una revolución francesa, pensar que cada ser humano es inteligente y tiene derecho a poder decidir. Todos estos procesos no llegaron a Medio oriente y por lo tanto imponer democracias es imposible”, dijo. 

Los protagonistas de esta historia son los talibanes. “La palabra talibán significa estudiante. Son estudiantes de las escuelas musulmanas que tienen una interpretación muy radical de la forma de concebir el Islam. Como toda religión el Islam también puede dar para varias interpretaciones, igual que todas. En el caso de Islam y de la corriente talibán vienen de una visión desarrollada en Arabia Saudita que es el wahabismo y se traduce en, por ejemplo, que el castigo para un ladrón es cortarle la mano, es una ley que surge de una interpretación muy radical del Islam y que se implementa en algunos países”, explicó.

“El talibán al tomar el poder se dedicó a ocultar la verdad, mentir. Para un radical islámico se puede mentir si favorece al Islam. Lo que están haciendo es decirle al mundo ‘fíjense que no somos tan graves ni tan malos como lo fuimos hace 20 años cuando gobernamos. No vamos a matar a nuestras mujeres, sino que las vamos a dejar seguir trabajando, supuestamente. Vamos a dejar de perseguir a los que colaboraron con Estados Unidos y no vamos a permitir, supuestamente, que desde nuestro territorio se hagan atentados terroristas como el de las torres gemelas’.  Eso es lo que dicen por ahora. Lo que sucede es que la gente no siempre le cree al talibán porque ellos sufrieron lo que es la persecución. Por eso huyen, a través del aeropuerto esperando que Occidente los venga a rescatar, pero huyen a pie especialmente hasta las fronteras con Uzbekistán y con Tayikistán e intentan entrar a Pakistán donde no los dejan. Evidentemente hay un flujo menor de la huida, pero por ahora esto ocurre porque el talibán promete que se van a portar bien”, agregó.

Tras consultarle el porqué de este conflicto afgano, mencionó que “el talibán siempre fue fuerte y vio la oportunidad porque Estados Unidos se retiró. Estados Unidos se retira por la siguiente razón fundamental, si tú eres una persona norteamericana que paga sus impuestos allí y de pronto descubres que invertiste un trillón de dólares en un país que no es el tuyo y 23 mil soldados muertos, empiezas a plantearte hasta qué punto vale la pena la presencia norteamericana en Afganistán. La política norteamericana fue una especie de neo aislacionismo, nos metemos devuelta adentro de nuestro país y no nos metemos a ser el sheriff del mundo. Empezó con fuerza con Obama, continuó con Donald Tramp con una variante pequeña y ahora termina con Biden. Se anunció que iban a retirarse. La estrategia de Estados Unidos fue ‘vamos a intentar entrenar a los soldados afganos para que ellos hagan frente al talibán’. Y la verdad es que hicieron frente durante 8 horas, después de eso se rindieron y el presidente afgano huyó del país. Ahora está en Emiratos Árabes. Si entrenaron a los soldados quizás no los entrenaron bien o los soldados no querían luchar por su país y en ese sentido tiene razón lo que dijo Biden, Estados Unidos no puede pelear la guerra de otros”. 

También aclaró que si el objetivo de Estados Unidos era imponer una democracia o crear un país estable, este fracasó. Si el objetivo era que no se use a Afganistán como base para Al Qaeda ahí tuvieron éxito, pero a costo de mucho dinero y de muchos soldados fallecidos.

Respecto a la situación de la mujer allí dijo que ahora estamos en una época donde, de alguna manera, se respetan los derechos de las mujeres por la influencia occidental. “Vamos a ver lo que pasaba antes, la mujer no podía salir de su casa si no era acompañada de un hombre, no podía trabajar, le cerraban las escuelas, si le faltaba el honor a la familia podían tirarle ácido, cortarle la nariz o lapidarla (la primera piedra la debe lanzar su padre). Se puede violar a una mujer y si te llevan a juicio tienen que haber cuatro mujeres que testimonien a favor de la violada porque cuatro mujeres equivalen al testimonio de un hombre según la versión talibán. El temor de las mujeres es que reimpongan ese tipo de normas radicales islámicas a partir de ahora. Creo que las van a ir imponiendo de forma paulatina. Teniendo en cuenta que los medios de comunicación del mundo no van a tratar todo el tiempo y hacer un seguimiento responsable del tema afgano durante meses. Cuando sientan los afganos que no se les presta demasiada atención vuelvan, probablemente, de a poco a poner lo que quieren”.

La mujer por un lado sostiene la casa, es la que educa a los hijos, pero su función es esencialmente interna dentro de la familia, es un pilar que se respeta, pero dentro de la familia. En el talibán la mujer no tiene una función pública por lo que siempre fue el lado débil de los clanes. “La tradición pre musulmana lo que se conoce como Yahilía, había una tradición en la que cuando una tribu tenía demasiadas mujeres y pocos hombres se la consideraba una tribu apetecible para ser conquistada por otros. Cuando nacía una mujer en una tribu donde había demasiadas colocaban al bebé en una zanja lejos del poblado para que fuesen los leones y se las comieran. Desde allí se puede entender el origen pre musulmán de lo que hoy vemos acá. Un desprecio hacia la mujer desde el punto de vista de su potencialidad para provocarnos daños. Hoy que ya no vivimos en esa época se ven de otra forma, en musulmanas radicales dentro de países occidentales que son asesinadas por sus hermanos por traer deshonor a su familia. Es todo un sistema donde el islam no se ha renovado de la forma que el mundo cristiano o judío lo ha hecho. Y así también en el mundo cristiano o judío se ven manifestaciones de machismo de distintas ramas, quizás no tan graves como las que vemos en el talibán”, expresó.  Cabe aclarar que en Occidente están acostumbrados a que los temas religiosos son temas privados por lo que no se le pregunta a un amigo, por ejemplo, de qué religión es. “Por otro lado, si hablas de medio oriente y no hablas de religión, hablas en japonés. Muchos analistas internacionales, incluso en Argentina, te hablan de medio oriente y te lo pintan como si fuese una crisis por tierra, por territorio, por agua, porque así le enseñaron en la Universidad por influencia marxista, yo lo veo y debo asumir que me causa un poco de gracia porque están traduciendo el medio oriente a un idioma que desconocen. Es complicado para una organización para el Vaticano criticar a otra religión. En el año 2006, el papa Venedicto hizo un discurso en Alemania donde dijo que el Islam está educando a sus hijos a la espada, lo que está diciendo es están educando gente a la violencia, inmediatamente volaron dos iglesias en Irak y el mensaje fue para que el papa deje de hablar sobre lo que no le conviene. Hablar de más provoca castigo”, sostuvo Gabriel.