Cada 2 de Julio se celebra el Día de la Avicultura y para conocer más sobre dicha industria, conversamos con el Ing. Agrónomo Guillermo Bustamante, propietario de la avícola “La Brocherita”.

“Hace dos años que estoy con este tema, es una actividad que no conocía mucho. En el último año de la universidad elegí la especialidad en granja y quedé sorprendido con este rubro”, mencionó.

Guillermo empezó a incursionar en la avicultura con un plantel de 3000 aves ponedoras hasta que fue creciendo, lo que lo llevó hoy a tener alrededor de 17000 ponedoras. “Fue creciendo por la demanda del mercado. Si bien uno tiene ciertos techos para la producción, hay que tratar de estar siempre con los costos y con la demanda”, agregó.

El procedimiento de trabajo puede ser de dos formas, desde que el ave es bebé (la recría) o adquirir aves para inducir la postura. En este caso el profesional opta por la segunda forma, “yo las compro con 16 semanas de vida y en la semana 18 empiezan a romper postura. Las compro dos semanas antes para que se amolden a mi manejo y tenga mi forma de producción.”

Respecto al costo de la producción, indicó que está ligado al alimento (cereal). “Tuvimos un momento en el que el cereal subió por lo que el costo subió y el precio del huevo bajó. De diciembre a enero, febrero atravesamos un momento feo, de hecho hubo muchas granjas que cerraron. La pandemia lo que hizo fue incrementar el consumo, eso se vio reflejado en diciembre cuando todo el mundo empezó a aumentar cantidad de gallinas, esas estaban en postura entonces hubo mucha oferta y ahí la demanda bajó, el precio bajó y fue un lío.”

Por otra parte, los riesgos de esta industria tienen que ver con los cambios en la temperatura. La gallina tiene una temperatura de confort entre 25 grados con unos 3 grados por debajo, por lo que los extremos si lo sufren. “La gallina se puede morir por altas temperaturas pero no por bajas temperaturas. Hay comidas que son frescas para darles en verano para evitar la mortandad. Y en invierno el problema que tengo es que no baja la postura pero si, tal vez, baje el tamaño del huevo. A la mañana se hace la recolección manual y se va clasificando según tamaño”, agregó.

Los tamaños del huevo son el 1 (grande), el 2 y el 3 (medianos) y el 4 (el más chico).

Por último, sostuvo que en “La Brocherita” trabajan seis personas a la par, junto con los revendedores, por lo tanto hay varias familias que dependen de este emprendimiento.