Fabrizio Moreschi, joven hernandense de 18 años, recibió doble trasplante renal. En primera persona nos cuenta su historia de vida y esperanza.

Tras el Día Nacional de la Donación de Órganos, junto a su mamá Adriana Ponce conversaron sobre la experiencia. “Yo nací con una displasia bilateral de riñón y mi cuerpo aguantó hasta los cuatro años. Ahí me llevan a Buenos Aires, a la Favaloro donde los estudios se hicieron con mi mamá. Y a las pocas horas del trasplante llega un donante cadavérico. Al tiempo el riñón se intoxicó con un remedio y aguantó doce años, y a los 16 años me trasplantan por segunda vez de riñón que nuevamente el donante fue cadavérico”, continuó.

En lo que va de este año se han realizado más de 570 trasplantes hasta la fecha, de 216 personas. Por cada persona (cadavérica), siempre y cuando sea posible, se dona siete órganos. En cuanto a un donante vivo sólo se puede donar hígado y riñón.

A su vez Adriana aseguró que durante la espera “se tiene una mezcla de emociones. Primero te acordás de Dios que no afloja, que te aprieta pero al último te da toda la esperanza. Luego la sensación es de angustia pensando en el que dona. Y nuestros médicos son de gran apoyo, no te dejan nunca, te trabajan el cuerpo y la cabeza. Ellos siempre te dicen que la muerte es muerte, se da, y tuvo que pasar que se convierta en vida. Y la única manera de que la muerte se convierta en vida es a través de la donación de órganos. El es un ejemplo de vida”.

Por otra parte, Fabrizio practica los deportes bádminton y tenis para competir en el mundial de juegos para trasplantados. Inició en Mendoza y llegó hasta Málaga (España) en 2017. “Ahora estoy a la espera del Nacional y voy a participar”, agregó.

Por último, tras consultarle a su mamá si pudieron conocer a la familia de ambos donantes mencionó que: “me hubiera gustado conocerla para abrazarlos porque no hay palabras, porque es sentir amor por alguien que no conocemos. Las leyes del INCUCAI (Instituto Nacional Central Coordinador Único de Ablación e Implante) a través del ECODAIC (Ente Coordinador de Córdoba) son quienes legislan lo que es donación en la Argentina. Si ellos reciben notificación por parte de la familia del donante de que te quieren conocer, esa situación se da. Si la familia donante quiere permanecer en el anonimato, es anonimato y por más que indagues no llegas a ella.”