José Ramello, Presidente de la institución, fue tajante a la hora de mostrar la realidad por la cual se está atravesando desde los económico «estamos mal pero vamos bien».

«Esta contradicción significa que estamos mal porque la cantidad de residentes que tiene el geriátrico no es suficiente para autofinanciarse. Desde el momento que la institución es una entidad sin fines de lucro no busca llegar al fin de un ejercicio con dinero en los bolsillos, lo que se busca es brindar un servicio íntegro y de excelente calidad”, sostuvo.

Actualmente son casi 20 puestos de trabajo – entre contratados y planta permanente-  los que se deben mantener y la cantidad de residentes es de 23. Cabe destacar que los ingresos se componen de ingresos privados, cápita donde el familiar debe abonar hoy alrededor de 57600 pesos; mientras que la otra alternativa que brinda la Fundación es PAMI que no llega a los 36000 pesos.

Más allá de tener al personal y los proveedores al día, al igual que sus seguros, Ramello destacó: “al que le debo es al Estado. Estamos mal pero las ganas están de ir para adelante, el apoyo de los familiares es constante. Es un llamado de atención porque un ejercicio de la Fundación empieza el primero de febrero y finaliza el 31 de enero del año siguiente, nos quedan 7 u 8 meses”.

Respecto a la pandemia, la Fundación debió atravesar en el 2020 la pérdida de seis residentes tras contagios por covid lo cual significó un golpe duro – según dijo José- para todos. “Cuando explotó en Hernando, explotó en el Hogar”. Hoy los residentes están vacunados y las medidas de prevención siguen estando ya que las visitas son en horarios determinados, manteniendo distancia y el uso del barbijo.