El Jefe de Policía Caminera informó que se realizaron controles aleatorios debido a la afluencia de autos. Apeló a la conciencia social y manifestó que seguramente habrá «consecuencias a nivel sanitario».

Desde el pasado viernes 20 de noviembre, aquellos cordobeses que tuvieran casas de veraneo en algún lugar de la provincia, estaban habilitados por el Gobierno de Córdoba para transitar por las rutas, con el permiso y la constancia de titularidad de la propiedad correspondiente. 

Sin embargo, el fin de semana largo fue un descontrol: muchas personas acudieron a los distintos valles y ríos.

Cuando la curva de contagios de coronavirus comenzaba a amesetarse, este tipo de comportamientos pone en riesgo la política de prevención. 

Carlos Barrionuevo, Jefe de la Policía Caminera, explicó que durante el fin de semana «no se registraron accidentes de tránsito pero sí fue notorio el incremento de vehículos en las rutas lo que provocó que los controles policiales fuera de manera aleatoria para que primase la seguridad».

«No hubo desbordes», consideró en diálogo con un móvil de Canal 10, sólo hubo algunos puntos con «embotellamientos». 

Informó también que alrededor de 500 vehículos que fueron controlados debieron regresar sin poder continuar con el destino por no poder acreditar que estaban autorizados y estimó que cerca de 1500 vehículos han transitado por hora en las rutas de Córdoba.

El funcionario policial manifestó su preocupación y señaló que este movimiento «traerá consecuencias a nivel sanitario» y apeló «al uso de la conciencia social y la responsabilidad de cada uno. No es caprichoso que nos pidieran que nos quedemos en casa».

FUENTE: Canal 10