Luego de los conmocionantes casos como el de Blas Correas y Joaquín Paredes -dos jóvenes que murieron baleados por policías-, el Gobierno provincial presentó el nuevo protocolo para el uso de armas policiales.

El Gobierno provincial presentó un nuevo protocolo para el uso de armas por parte de la Policía de Córdoba, en medio de la conmoción que causaron los últimos casos de jóvenes que fueron asesinados por balas policiales sin que la situación justificara disparar el arma reglamentaria.

El ministro de Seguridad de la Provincia, Alfonso Mosquera remarcó que el arma de fuego es un recurso «excepcionalísimo» y desestimó por el momento cambios en la cúpula policial.

La nueva disposición que se impartirá como instrucción para la formación policial siguiendo el modelo de seguridad vigente en Canadá plantea, entre otros aspectos, la «prohibición de accionar el arma de fuego cuando lo único que está en riesgo un bien material, en una parada preventiva, o para disuadir, una conducta habitual y enraizada en el servicio», según explicó el ministro de Seguridad de la Provincia, Alfonso Mosquera.

Consultado sobre las consecuencias en la fuerza policial respecto los últimos hechos que le costaron la vida a jóvenes víctimas, Mosquera negó cambios en este momento en la conducción de la Policía de la Provincia.

«Los cambios nunca se descartan, pero hay que tomarlos en el momento necesario -señaló Mosquera-, y en lo inmediato no habrá modificaciones en la estructura policial».

El nuevo protocolo fue redactado por una comisión integrada por funcionarios del Ministerio Público Fiscal, del Ministerio de Seguridad, de Justicia y de Derechos Humanos de acuerdo al asesoramiento de especialistas como el abogado Claudio Stampalija y Mariana Carbajo.